Mucha gente ha oído hablar de Radik Ibrashev, de Agryz, un trabajador ferroviario que crea obras maestras con sus propias manos. El capataz de la sección económica de reparación y mantenimiento de edificios del depósito de locomotoras es conocido por los residentes como un artista de talento y un activo bloguero. Para él, la creatividad es como un credo de vida.